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lunes, 16 de agosto de 2010

Sin un rasguño

Y qué le digo.

No se puede hacer gran cosa por ella. No quiere escucharme y yo no estoy seguro de querer que me escuchen. Demasiada responsabilidad. Me da igual que me oigan, la gente me oye todo el tiempo, aunque no quiera. Pero que me escuchen… ¿Y si luego se acuerdan de lo que dije? ¿Y si tenía sentido? Un ladrón no deja que otros roben partes de él. Mis palabras son mías.

Pero ella las necesita.

¿Qué se le puede decir a una chica que lo ha perdido todo y se ha desternillado de risa, que está hecha de acero inoxidable y sólo reacciona ante un “A que no te atreves a”? ¿Qué se le puede decir a Lem? Ella es increíble.

Es imposible.

¡Ésa es la palabra! ¡Imposible! ¡Lem es Imposible, Improbable, Inadecuada, Increíble… Imposible!

Pero eso ya lo sabe. Y tengo que decirle algo que no sepa. Algo que no recuerde mucho a Zash o a Letto. Algo que suene a… Algo que suene a. Y ya está.

-Voy a hacer una lista con todas las cosas que nunca he hecho y que me gustaría hacer –susurro, poco convencido. La miro de reojo. Me está mirando. No dice nada. Sus ojos parecen haberse tragado una tormenta-. Si quieres la compartimos.

-Yo hago todo lo que me gustaría hacer. Y las cosas que no hago me las guardo. Deja de pensar en tonterías y utiliza tus dotes de escapista para sacarnos de aquí.

-¿Quieres huir de Bass? ¿Por qué?

-Porque cree que tiene derecho a darme un hogar. Los soldados no tenemos hogar. No lo necesitamos –baja la mirada-. Pesa mucho.

Me quedo callado un momento. Parece que quiere hablar. Hoy, Lem La Imposible está comunicativa. Puede que yo también. Puede que tenga ganas de decir algo interesante, algo con chispa, algo Grande. Puede que Lem me robe un poco de mí, pero… Sí. Si es por ella, me parto por la mitad y le doy la mejor parte.

-Si quieres te lo llevo yo.

-¿Qué?

-Lo que sea que te pese. Si quieres te lo llevo yo –repito. La miro a los ojos. Sin medias tintas, sin “entre líneas”. Mi sinceridad no se vende barata, pero ella se la merece gratis.

-Puedo sola, gracias.

-Eres la tía más dura que conozco –suspiro-. Pero no te lo tomes como un cumplido. Pareces un robot. Pareces de piedra. Me asusta pensar que de verdad lo seas.

-¿Qué?

-La tía más dura que conozco –repito.

Se ríe. No es alegre, pero me gusta. Es como se reiría un gato si tuviera al ratón por fin entre sus garras pero no estuviera dispuesto a comérselo.

-Es mi superpoder. Nada está lo bastante cerca, nada es lo bastante triste, nada es lo suficientemente potente. Nada puede hacerme daño. Zash me dijo una vez que él sí que podía. Pero ahora está muerto y yo sigo viva. Sin un rasguño –completó. Empezaba a ser su frase.

-¿Sabes qué es lo que creo, Lem?

-No me importa.

-Creo que te gusto.

-Qué novedad. Tú crees que le gustas a todo el mundo.

-Y tengo razón. Lo que pasa es que ellos todavía no se han dado cuenta… Como tú. Creo que te gusto, pero todavía no lo sabes. Cuando te enteres, dímelo y te haré daño. Será mi regalo de cumpleaños.

Levanta una ceja. Me gusta cuando hace eso porque sé que está pensando que soy idiota. Predecible, Imposible Lem. Predecible.

-Tú no sabes cuándo es mi…

-Mañana.

-No.

-Pasado mañana.

-No.

-Te voy a felicitar todos los días. No me hace falta saber cuándo es. Tú sólo hazme caso, ¿vale?

Suspira. Hoy no tiene ganas de pelear conmigo. Hoy se rinde, ondea una bandera blanca. Hoy me deja traspasar la muralla, sentarme en el borde y balancear los pies, echar una ojeada dentro, reírme de sus defectos. Hoy ha sucedido lo Imposible, pero no me siento contento. La Lem que me gusta es la que lucha con uñas y dientes por lo que sea. Aunque no haya un motivo. Ésta Imposible Lem pacífica…

Maldito seas, Zash. Te la has cargado.

-Lo único que quieres es ser mejor que él. Mejor que Zash –musita, como adivinando lo que he pensado.

Esbozo una sonrisa.

-Imposible, Lem –respondo-. Yo ya soy mejor que él.

6 comentarios:

  1. A tus personajes siempre les gusta jugar con la mentira...

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  2. ¿Que raro que me guste, qué no? xD Pero sí, me gusta mucho. Sobre todo el final (y que Zash se la haya cargado. Me gustaría conocer a Zash para ver cómo lo ha hecho...)

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  3. jajajajaja, es evidente cómo lo hizo. Su nombre es muy onomatopéyico. Fue con un zashhhh...pum.

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  4. Me encantan tus historias... Me gustaría más que las terminases jummmm ¬¬ (Y a la señora Fiora también, seguro! )

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  5. Te sigo... porque me encantó como escribes desde que leí una historia tuya en un foro que últimamente he dejado de visitar...

    ¿Sabes? Tus palabras tienen algo mágico... algo que no se describir y que me encanta, algo que espero que no pierdan nunca porque tengo la sospecha de que es algo innato, que no se puede aprender...

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