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sábado, 30 de octubre de 2010

...que no valen nada.


-No es que no quiera que te vayas. No es eso -Mérope intentó sonreír-. Un hombre tiene que hacer lo que un hombre tiene que hacer, ¿no?
-Supongo -susurró Nim.

La mirada de Mérope se endureció. Había caído en su trampa.

-Pero tú no eres ningún hombre. Sólo eres un chico.
-En potencia de hombre -sonrió el pintor.
-No te pongas aristotélico conmigo, rubito. Logan, díselo -me miró a mí, desesperada-. Dile que es idiota.
-Eres idiota, Nim -obedecí.
-Dile que debería quedarse.
-¡Vale ya, Mero, por favor! -sólo Nim podía hacer eso, enfadarse y rematar la frase con un "por favor".

Mérope estaba herida. En su orgullo, supongo. Estaba acostumbrada a llevar razón, a que el mundo la escuchara. Al fin y al cabo sabía casi tanto como Kes. Sin Bruma cerca para contenerla, estaba fuera de todo control. Quería que Nim se quedara y no iba a parar hasta conseguirlo. Eso me dijeron sus ojos verdes oscuros, a juego con su pelo.

Kira me contó que los ancianos la llamaban "Mala Suerte". Simplemente por el cabello verde. Eso siempre me sorprendió de mi raza: la capacidad que tenemos para hacer que todo lo diferente sea automáticamente malo. Así que Mero estaba acostumbrado a ser la cabeza de turco, la mala de la película. Supuse que por eso se comportaba a veces como una niña consentida. Y yo iba a quitarle a su juguete favorito. Vaya, vaya.

-Todos sois iguales -masculló, llena de rencor-. Todos hacéis lo mismo. Os matarán.
-Tenemos que rescatarles, Mero -intenté explicárselo-. Tenemos que intentarlo, por lo menos.
-Y os dejaréis la vida en el intento. ¡Idiotas! -se giró hacia mí, furiosa-. ¡Como líder deberías pensar en el bien común! ¡Dos humanos no valen más que treinta! Estamos hablando de Fortaleza, maldita sea. Pon un pie ahí y te lo arrancarán... Sólo son números. Todo por un par de despojos desmemoriados que no valen nada.

Creo que ella misma se dio cuenta de lo que había dicho justo después de decirlo. Abrió mucho los ojos, horrorizada, y miró a Nim. El chico tenía la vista clavada en el suelo. El ceño fruncido. Los puños apretados. Lo había oído, lo había entendido y no podía creérselo. Mérope abrió y cerró la boca varias veces, angustiada. Me miró pidiéndome ayuda para arreglar lo que había roto, pero yo me encogí de hombros. "Te lo mereces".

-Logan, vámonos -dijo Nim en voz baja.
-Nim... -Mérope intentó acercarse, pero él se apartó con brusquedad.
-Es tu opinión -ah, qué frío hacía en su voz-. La respeto.
-No quería decir eso, es sólo que...
-No te molestes.
-No te enfades... -¿Sabéis qué odiaba más que una chica llorando? Una a punto de echarse a llorar.

Nim la miró. Quizá fue cosa mía, pero sus ojos marrones parecían haberse vuelto de piedra. Y, entonces, disparó.

-No me merece la pena. Sólo dices tonterías porque estás enfadada y no has conseguido lo que quieres. Es lo que haces siempre... Te has pasado. No sólo con Logan o conmigo. Ahora has insultado a personas que ni siquiera conoces -se metió las manos en los bolsillos, listo para largarse-. Tiene su mérito. No todos pueden hacerlo.
-Nim...
-No te preocupes. A lo mejor todo esto se me olvida.
-No digas eso. Yo no quería... -se mordió el labio. Hum. Nunca había intentado disculparse con nadie, así que le estaba costando muchísimo-. No quería hacerte daño.
-No me has hecho daño.

Fue ahí. Pausa e imagen congelada. Ahí fue cuando supe que Nim iba a decir algo, algo concebido sólo para Mérope, algo con mala intención, algo que en circunstanciones normales nunca hubiera dicho. Lo supe. Entendí que Nim podía quitarse el disfraz de perfecto caballero cuando quisiera y por eso era tan peligroso meterse con él. La traición de Mero llegaba a un límite que yo no podía entender. En el fondo Nim sabía que no lo había dicho adrede, todo era parte de su horrible personalidad e inmadurez. Pero no estaba dispuesto a tolerarlo.

-No me has hecho daño, Mero. Sólo estoy sorprendido. Porque por muy egoísta, inmadura y descentrada que seas... Nunca me esperé esto de ti -negó con la cabeza. De repente me pareció un adulto-. Pero, ¿qué voy a saber yo? Tú eres la que lo sabe todo, la Gran Mérope. Supongo que, si dices que soy un despojo humano desmemoriado que no vale nada, tienes toda la razón del mundo.

Mérope se tapó la boca con la mano, negando lentamente con la cabeza. "Perdón, perdón, perdón".

-Pues bien: ojalá la tuvieras. La Razón, quiero decir. Ojalá pudiera olvidarme de ti y de lo que has dicho ahora mismo.

Golpe de gracia.

-¡Nim! -sollozó la chica del pelo verde.
-Cállate ya. Logan -me miró-. Vamos a llegar tarde.

Salió sin esperarme siquiera. Yo iba a seguirle, pero Mero parecía tan desconsolada que se me quedaron los pies pegados al suelo de metal. Puse los ojos en blanco, maldiciéndome a mí mismo, me acerqué a ella y la rodeé con un brazo. "No deberías ser bueno con ella, se lo merece".

-Te lo has ganado -suspiré, revolviéndole el pelo.
-¡Logan...! -estaba tan nerviosa que parecía hipar-. ¡No... Dile...! ¡Me... odia! -lo siguiente no lo oí porque enterró la cara en mi cazadora. Entendí, más o menos "kjhs musnhkdus". Letra arriba letra abajo.
-¿Cómo dices? -pregunté con toda la suavidad que pude reunir. Soné como falto de paciencia.
-¡Que... le quiero!
-Bueno -esbocé una media sonrisa-. Se lo ha ganado.

"Y tienes una forma muy curiosa de demostrarlo, Mero"


6 comentarios:

  1. WO-A ._. electrizante... simplemente fantastico, y es que la convinacion que existen dentro de ellos son tan guays. Felicidades, gran relato (:

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  2. En serio, chica, dejate de cachitos y danos la historia entera, que con cada cosito de estos me quedo peor (:
    Me ha encantado, se me había olvidado como Logan me puede sacar una sonrisa hasta en los momentos más amargos.
    No tengo mucho más que decir, porque lo geniales que son todos tus personajes no cabe en las palabras.

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  3. Los que saben golpear en el lugar adecuado, de la manera correcta, son los que más miedo dan. Sobretodo si no te lo esperas.
    Siempre me dejas con ganas de más.

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  4. Logan me sigue encantando de narrador. Nim nos ha sorprendido a todos, ¿eh?, porque no creo que ninguno nos pensáramos que alguien que dice "por favor" al enfadarse pudiera dar tanto frío.

    Mérope... Mérope se ha equivocado.

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  5. Logan es genial, pero la medalla se la va a llevar Nim. Lo voy a adoptar, porque los chicos que hacen daño con palabras, sin que nadie se lo espere, me encantan.
    Además, Mero... sí que tiene una manera curiosa de demostrarlo. Letra arriba, letra abajo...

    Todoloquesé es genial.

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  6. Me encanta Mérope, me encanta Logan. Me encanta Nim, y siento mucha curiosidad por él. Y sobre todo: Me encanta como escribes, y me encana esta historia :3!

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