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martes, 2 de noviembre de 2010

Éramos el último recurso


Amy sentía la frialdad de las sábanas acariciándole la piel. Se había movido al lado frío del colchón, alejándose de Dune y su irritante calidez. Sólo cuando estaba enfadada se sentía incapaz de tocar a otro ser humano.

Le miró por encima del hombro. El pelo se cayó de su cuello y le hizo cosquillas en la espalda.

Dune le había dicho que podía subir "a escaparse del tiempo un rato". Quizá sólo por eso Amy se había decidido. No dejaba que nadie jugara con ella las noches de tormenta, pero aquella era especial. Ésa misma tarde habían enterrado a Naomi, la de los ojos azules y las manos débiles. Al principio había pensando en emborracharse, pero era Navidad. No podía romper la única promesa que le había hecho al peor aspirante a padre del mundo.

Se levantó entre susurros de tela, acercándose a la ventana. Se puso la camisa de Dune, que le llegaba por las rodillas. Alguien había pintado la noche de un tono rojizo.

- Vuelve aquí, insomne - musitó Dune, amodorrado, mirándola con los ojos entrecerrados.

Amy no le miró. Se abrazó los brazos. El invierno estaba saludando por fin y ella quería verlo.

- Siempre he querido teñirme el pelo de azul - comentó.
- Hmmm... Me gusta más el castaño.
- Dune, creo que me ha encontrado.

El chico abrió los ojos del todo, despacio.

- ¿Quién?
- ¿Quién va a ser? ¿De quién me estoy escondiendo? - Amy giró la cabeza para mirarle. Los ojos de Dune le gustaban porque siempre hablaban a voces. A veces se contradecían. Pero era parte del encanto desordenado del aspirante a soldado.

Un hombre simple con sueños simples. Era el único al que podía soportar ver después de lo de Naomi. Dune sólo daba, nunca pedía nada. Y tenía grandes frases en el bolsillo para las ocasiones especiales, por si los clichés le fallaban. ¿Se podía pedir más?

- Te vas ya - comprendió Dune.
- En realidad no es que me vaya de aquí. Estoy volviendo a otra parte.
- ¿Sabes? Cuando me llamaste sabía que esta sería la última vez que te vería - se incorporó, apoyándose en un brazo.
- ¿En serio?
- Sí.

Amy apoyó la mano en el cristal, desenganchando la mirada de Dune y sus ojos. Se le congeló la piel, pero no se movió. Era una noche fría, no había esperado una ventana cálida al tocarla.

- Lo siento.
- No lo sientas. No pasa nada. Yo empiezo dentro de una semana, tampoco nos quedaba tanto tiempo.
- Es el tiempo lo que siento - susurró Amy -. Intentaré volver a verte.
- Ah, no - Dune se rió, con esa suave y profunda carcajada suya -. Piensa en mí cuando estés un poco triste y me daré por enterado.

Amy sonrió.

- Te voy a echar de menos.
- Vuelves con el escritor, ¿verdad?
- No sé si me dejará volver.
- Yo sí lo sé. Al fin y al cabo, tú y yo éramos el último recurso.

Esa noche cayeron nieve y bombas.
En el andén de la estación la experta en abandonar leyó las primeras líneas de un libro que nadie conocía, obra de un escritor que nunca llegó a nada. Fue lo que la mantuvo despierta hasta que llegó su tren.

"Se reía como si el mundo entero fuera un chiste y sólo ella pudiera entenderlo. Sólo escuchaba lo que le decían si no usaban palabras para decirlo. Sus mejores sonrisas eran para recuerdos.
Soñaba en blanco y negro".


¿Y tú cómo sabes en qué gama cromática sueño, Eddie?




9 comentarios:

  1. Los grandes fracasos son geniales, y de héroes medriocres se ven menos de los que debería haber, porque son los que molan. Me gusta Amy, ¿es de alguna nueva historia?

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  2. Síp, es del último intento xD Aunque me gusta mucho más Eddie, Amy tampoco está mal :3

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  3. Mmmm... pues me apunto esta historia, me la apunto (aparecerá por LGG?)

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  4. La pregunta es si apareceré yo, que vergüenza debería darme xDD

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  5. Grandioso fragmento n_n como siempre ando perdida pero disfruto de leer tus entradas.

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  6. Aparece mujé, aparece! *abraza*

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  7. Bueno, los últimos recursos, si sabes como utilizarlos, siempre son un consuelo, aunque sea pequeño, y siempre se acabe volviendo al porche de un escritor capaz de saber con qué gama cromática sueñas, o para quién son tus sonrisas...
    Yo me lo pensaría :)

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  8. Me ha intrigado el final de este ¿principio?

    Sea lo que sea, héroes mediocres y grandes fracasos suenan bien.

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  9. Suena muy bien y muy triste. Volver de donde una se ha ido es un poco como darse por vencido. Aunque seguro que Eddie la dejaría volver... para saber si sueña en blanco y negro o no (si es fase REM en color fijo; en no REM en blanco y negro, pero al despertar no se acordaría @.@)

    Y tengo que confesar qeu aquí, del que quiero saber es de Dune. A mí me ha gustado muuuucho (me lo quedaría si Amy lo abandona)

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