If I'd forgotten how to sing before I'd sung this song
I'll write it all across the wall before my job is done
And I'll even have the courtesy of admitting I was wrong
As the final words before I'm dead and gone
You've never been so divine in accepting your defeat
And I've never been more scared to be alone.
I'll write it all across the wall before my job is done
And I'll even have the courtesy of admitting I was wrong
As the final words before I'm dead and gone
You've never been so divine in accepting your defeat
And I've never been more scared to be alone.
Eddie no cuenta historias, niños. Cuenta pesadillas. Cuenta sueños rotos, cuenta héroes de pacotilla y chistes que no hacen reír. Pobre Eddie, que tiene el rock y el folk enredados en la garganta y demasiados agujeros en los bolsillos. Tiene... No, mejor, ¡hablemos de lo que no tiene! No tiene una musa. A las musas no les gusta Eddie. Siempre está despeinado, lleva una cazadora de cuero marrón que huele a tabaco. ¿Cómo iba a gustarles? Nada, nada, con lo exquisitas que son ellas para musear.
A Eddie sólo le hice caso yo.
Yo. Ja. Precisamente. Imagínate, ¿eh? Y eso que él ya tenía bastante con lo suyo, y yo ya tenía bastante con lo mío. Pero eso era lo malo. Queríamos más. Más de lo que podíamos manejar, más de lo que podíamos soportar. Yo quería quedarme sin aire de la impresión. No sé lo que quería Eddie. ¡Si le gustan los caramelos de color azul, ésos que saben a medicina y que nadie coge nunca! Eddie es... Un tío muy imposible. Y el Rey de los Grandes Juegos, el Rey de las Grandes Teorías. Tenía una la mar de interesante. Había perdido el nombre en una guerra muy especial y no podía salir de su casa hasta que lo encontrara. Y no podía decirlo en voz alta, ni escribirlo. Alguien tenía que adivinarlo. Que desenredarlo. En muchos sentidos, Eddie era un espectro de humo (de tabaco).
Y ahí estaba yo, intentando desenredarlo no una, sino dos veces. Precisamente, yo.
Me llaman Crueldad y Pisacorazones. Acabo de digerir uno, es más. El de un soldado bueno y amable que en realidad no sirve para pelear. Tenía un buen corazón. Muy rico. Sabía a café. Y a mí me encanta el café, ojo, no podría vivir sin él. Pero hay algo que me gusta todavía más.
El vodka negro.
¿Y quién tiene el corazón de vodka negro, aunque no tenga ninguna buena musa para bebérselo?
Premio.
...
ResponderEliminar¡¡SALMONCETE!! - se arroja a sus brazos, toda feliz, ella- No bastaba que molestase en los foros, ¿eh? AHORA LO HARÉ AQUÍ TAMBIÉN (ha sido decisión popular mía y... mía. .w.). Y bueno, ¿qué decir?
"Pobre Eddie, que tiene el rock y el folk enredados en la garganta y demasiados agujeros en los bolsillos."
Aw, me encantó T/////T. Y la entrada en sí. Parecía decir: "eh, hola, es un pringado sin remedio. Pero tiene una pizca de algo que me gusta." (¡El vodka negro!)
Aw. (Bonito título de etiqueta, ¡por cierto!)
Puf, chica, me dejaste sin saber que decir. Eddie parece tan jodidamente imperfecto me que encanta. Y ella también. Porque los dos tienen ese toque tan tuyo que... my gods, me encata. Y como no sé que más decir, mejor me callo y te recuerdo que haces magia cuando escribes.
ResponderEliminarPor cierto, a mi también me gustan los caramelos azules, esos que no se come nadie, están muchos más ricos que los otros.
Si es que no sé como lo consigues pero siempre, siempre, me dejas sin palabras. Con veinte frases en la manga que se esfuman, y que bueno, a grandes rasgos, dicen que: buff, waw, yeah, oohh... xD.
ResponderEliminarYo si que me los comería, a tu Eddie y a tu Amy, a uno por el vodka (y por todo lo demás) y a la otra por ser una Pisacorazones y un largo etc
Uy, el vodka negro es genial (y a la mañana siguiente, café). ¡Amy es de las mías!
ResponderEliminar....Aunque la verdad es que quiero más de Eddie, como ella. No sé, ese aspecto me encanta, esa chaqueta, ese olor a tabaco y que no museen mucho con él ^^.
Me gusta el cambio (es decir, creo que nunca había visto una narración tan Amy, digamos, que esta xD)
(Qué ritmillo tiene la canción xDDD)
ResponderEliminarCoincido con las personitas de arriba. Y me encanta ese "Premio." que me felicita la conclusión.
Que bueno es el vodka negro, dios mío. Ahora me bebería una buena botella. O a Eddie, quien sabe, porque me ha encantado (LL)
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