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viernes, 14 de enero de 2011

Hablando de una asesina de palabras y un personaje secundario

-Tú quizá no te acuerdes (porque nunca te acuerdas de nada que sea importante), pero aquella tarde te dije que te quería y me diste las gracias.
-¡Qué educado por mi parte!
-Sí, estuve a punto de contestarte "de nada".
-¿Por qué no lo hiciste?
-Porque estabas borracha y habías empezado a quitarte las botas y los pantalones... Me distraje. Tenía un gran discurso preparado y se me olvidó.
-Vaya. Y luego soy yo la que no recuerda cosas importantes.

Matt sonrió. Era una de sus sonrisas capaces de desarmar a un ejército. Le quedaban pocas así que no solía utilizarlas, pero de vez en cuando alguna se escapaba corriendo y gritando, sobre todo cuando estaba con Emily.

-Si te hubiera dicho todo lo que tenía que decirte entonces, no te habrías marchado.
-Qué seguro estás de eso.
-Era un gran discurso.

Emily asintió. Ser el centro de atención la ponía de buen humor. Además, podía imaginárselo perfectamente: Matt convenciéndola para que no se fuera. Posiblemente lo habría conseguido, pero sólo porque él conseguía todo lo que se proponía y a Emily le sabía mal reventarle la burbuja.

-Pero entonces no me habrías echado tanto de menos.
-¡Emily! -Matt se rió. Ella sonrió, satisfecha consigo misma-. Desde que te conozco he pensado en hacer contigo muchísimas cosas, pero "echarte de menos" no ha estado nunca entre ellas.
-¿Y no fue bonito? -sonrió la escritora.

Matt la miró un momento, pensativo. Se le ocurrió entonces que en todas las novelas de Emily un personaje era tan libre, tan libre, que no podía soportar querer ni que lo quisieran. Supuso que sí que le gustaba ser extrañado y bien recibido. Era un personaje egoísta y malcriado que a Matt siempre le había gustado. Ahora caía en cuánto de sí misma ponía Emily en cada hoja de papel. De repente, era como si Emily fuera todas las letras del abecedario y todas las palabras del diccionario. Todas las frases, las descripciones y los diálogos. Era extremadamente original porque estaba compuesta de todas las personas que había conocido, todas las películas que había visto y los libros que había leído, todos los chupitos de absenta y todas las palabrotas entre dientes, todas las cuerdas de su guitarra, incluso las que ya no estaban, y todas las cosas que pudo haber dicho y que sin embargo mató.

Matt entendió que quererla, enfadarse con ella, reírse de sus chistes y echarla de menos... iba todo en el mismo lote. Incluso dejarse utilizar por ella era divertido, solo que de una forma amarga y autodestructiva. Era el don de Emily. Podía inventarse una vida entera y olvidar que eras algo más que un elemento de ella. No podía aceptar que eras el protagonista de tu propia historia, pero no porque fuera o egoísta o tuviera mala intención. Se limitaba a hacer lo que se le daba mejor.

-Sí -contestó Matt-. Fue bonito.

8 comentarios:

  1. Qué cojonudo, ¿no?

    Desde que te conozco he pensado en hacer contigo muchísimas cosas, pero "echarte de menos" no ha estado nunca entre ellas.

    Oye, cuántas historias tienes empezadas? :P

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  2. Me agrada Emily... con un poco de su todo, y encaja perfecto con Matt. Prestandole tanta atencion, sublime.

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  3. Hmm... contrariamente a los comentarios de arriba, a mí Emily no me ha gustado tanto... Una descripción tan original como ella, pero... Aw. Tengo que masticarla más a ver si se hace más blandita! ò_o

    PD. El nombre de la etiqueta ha sido la leche.

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  4. Por supuesto que fue bonito, a rabiar y hasta el final.

    Pero bueno, creo que, si Matt era capaz de asumir que era un personaje secundario por el privilegio de echarla de menos (aunque no entrase en sus planes), realmente no es tan secundario.

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  5. Si fue bonito, será porque mereció la pena.
    Y si ella creba demasiadas historias es normal que se acabara olvidando hasta de los protagonistas, pero creo que de Matt no se olvidó tanto.

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  6. Ese el problema de los recuerdos. Vaya Emily, que me encanta. Única como ella sola, con su gracias en la punta de la lengua :)

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  7. El nombre de la etiqueta es brutal, xD.
    Pero Emily, la asesina de palabras, ya se lleva la palma, con todo su lote a cuestas.
    Y si fue bonito entonces valió la pena los gracias y los de nada.

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  8. Me encanta, Emily. Y la etiqueta es jodidamente genial *//*. Y me encanta ese estilo que tienes

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