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martes, 11 de enero de 2011

No me pienso morir

Cuando termine de hacerme la fuerte,
tendrás que recordarme que en realidad lo era.


-Yo me moriría, Leo-Leo. Pero es que todavía no ha llegado mi hora -mascullé en su oído. Le giré la cabeza, apoyándole la pistola en la sien y alejándome un poco-. Son sólo las seis en punto. Hora del té.

¡Bang!

Se cayó al suelo. Me metí la pistola en la parte de atrás de los pantalones, cortesía de Hécate, y me senté en la silla del Rey de los Condenados, que me miraba desde el mármol, incapaz de moverse. Por supuesto. Cómo no. Una bala no podía matar al gran Leonardo.

Pero mi intención no había sido matarlo. Quería dejarlo ahí, quieto.

-Es cómoda -comenté, poniendo las manos en los reposabrazos.
-Y yo que te di una oportunidad, Nueve... Me decepcionas -no había ni un poquito de dolor en su voz. Qué lástima.
-Nueve no está en casa ahora mismo.

Noté que entendió mis palabras cuando entrecerró los ojos. Ahí: el reconocimiento. "¿Cómo has estado, Leo? Veo que te acuerdas de mí. Soy tu pesadilla favorita".

-Abby... -se controló-. Creí haberte borrado.
-Necesitabas mi cuerpo, ¿eh? Pero no a mí. Soy un lote, no-muerto -esbocé una sonrisa burlona-. Te he pegado un tiro en la cabeza. ¿No estás molesto?
-No puedo moverme. No es muy cómodo, la verdad.
-¿Por qué guardas armas en tu arsenal que pueden herirte? No es muy inteligente.
-Adivina, heroína.

Pero no lo adiviné. No tenía ganas de jugar. Además, ya conocía la respuesta. Recordarlo todo me había llenado de una ira tan ciega y absoluta que apenas podía sentirla. Ahora tenía la frialdad suficiente como para sentarme en el trono de mi peor enemigo y conversar con él sin cargármelo. Estaba madurando. Mamá habría estado orgullosa de mí.

Hablando de lo más parecido a la reina de roma, Ría entró por la puerta. Nada más ver a Leo en el suelo, mi pie sobre su cabeza y mi culo en su sillón, ahogó un grito y se lanzó hacia él, angustiada.

-Eh, eh, eh, eh, eh -avisé, alzando la pistola otra vez-. He pensando que mejor que no.
-¿Qué estás haciendo? -preguntó el ángel caído, sin aliento.
-Venganza en fascículos. Hoy: paralizar a Leonardo. Mañana: matarte a ti. Pasado: bailar sobre vuestras tumbas.
-No comprendo...
-Me acuerdo de todo, Ría -expliqué con voz cansina-. Me acuerdo de Realidad Cero, me acuerdo del Fallo, de Kes y de Kes 0.2. Me acuerdo de por qué Axel me educó para ser una heroína. Me acuerdo de la curiosa apuesta de Leo-Leo y mi querido padre. Pero ahora mismo lo que más se me viene a la cabeza... Es el hecho de que tú nos traicionaste a todos -ladeé la cabeza, chasqueando la lengua-. Qué vergüenza, Ría. Pero lo hiciste por un noble motivo, ¿verdad? Por amor. Sé más de Realidad Cero que de amor, la verdad. Podría hablarte de ella largo y tendido; es mi tema favorito. Pero espero que te valga con un resumen corto.

Nos quedamos calladas. No soportaba el silencio. Y no soportaba no soportarlo. No podía pasarme meses encerrada en una celda negra y muda y esperar que no me pasara factura. Sin embargo, intenté aguantarme tamborileando con los dedos en el sillón de mi padrino hasta que Ría se recuperó del shock inicial. Supe que lo había superado cuando me miró con cautela, aceptado que Nueve no estaba y que tenía que vérselas conmigo. Con Llamarada. Tiembla, mundo.

-¿Cómo te has... recuperado? -sacudió la cabeza-. ¿Qué te propones?

Muy bien, me lo esperaba.

-Voy a poner fin a todo esto. Y para eso necesito varias cosas. Una: a este tío vivo -le di un puntapié a Leo, que ni lo notó-. Dos: a Kes, esté dónde esté. Tres: comerme un perrito caliente; y cuatro: a Logan Wildman. Lo que me recuerda que... -volví a levantar la pistola, quitándole el seguro-. A ti no te necesito para nada, Ría.
-Abby... Espera... -retrocedió un poco. Oh, oh. Así que las balas no podían matar a Leo, pero Ría era otra historia. Qué conveniente.
-No la toques, Rhyback -la voz de Leo sonó firme, segura. Una amenaza en toda regla. Había cabreado al vampiro más falso de todos los tiempos, uh, uh.

Me reí en su cara.

-¿Por qué? ¿Porque la quieres? -Leo me miraba desde el suelo, avisándome, intentando moverse-. Sería cruel por mi parte, ¿no es así? Matarla delante de ti, sin que pudieras hacer nada por remediarlo... No te muevas -avisé a Ría-. Markkus fue mi profesor de tiro. Si fallara volvería de la tumba a matarme él mismo. Leo, ¿por dónde íbamos? -fingí pensar-. Ah, sí, cruel. Estaría muy mal. Casi tan mal como cuando lo hiciste tú. ¿Recuerdas? Mataste a Axel conmigo delante... -entoné-. Hace tres años... Oye, mira, que lo he pensado mejor -me encogí de hombros-. No es cruel. Es justo.

¡Bang!

El disparó resonó en la habitación y Ría calló al suelo, chillando. Leo gritó su nombre, yo fingí un bostezo. Me examiné las uñas. Me atusé el pelo. Comprobé que Ría seguía gritando de dolor y Leo seguía retorciéndose. Y resoplé.

-Un tiro en la pierna, un tiro en la pierna -me quejé-. ¡Vamos, no es para tanto! Tenía miedo de que huyera o intentara atacarme. Con la familia nunca se sabe.
-Te juro -la voz de Leonardo se vistió de negro- que voy a matarte. Enmendaré mi error de hace tres años. Te arrancaré la piel a tiras y te meteré en alcohol etílico.

Con un suspiro resignado, le agarré del pelo y le levanté la cabeza. Nos miramos. Asentí.

-Ya te he dicho que no me ha llegado la hora, Leo. No puedo morir todavía. Voy a esperar a Logan.
-¿Por qué esperarle?
-Por dos razones. Porque se lo prometí y porque no voy a tener que esperar mucho -sonreí-. Con suerte, te pongo fin hoy mismo, hijo de puta.
-Estás loca.
-Soy la heroína de esta historia y me has intentado borrar. No estoy loca, Leo. Soy rencorosa a más no poder.

11 comentarios:

  1. Llamarada está en casa y tiene pinta de que va a hacer que arda todo desde los cimientos.
    Abby es, simplemente, increíblemente genial.

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  2. !Me encanta!

    Esa parte de mamá habría estado orgullosa de mí, me hizó gracia.

    Besos

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  3. Modo elocuente: Waouh!

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  4. Si intentara explicarte con palabras lo muy en trance que me tienes metida, me trabaría como mi ordenador una víspera del día límite de entrega de trabajos.

    Bravo, y a ver si un día puedo leer tus textos en soporte físico, que se hace esperar.

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  5. Ese son el tipo de heroínas que me gustan...

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  6. Anónimo12.1.11

    ¡Abby ha regresado! Deseaba desde hace tiempo leer como le daba lo suyo a Leo y compañía. Y lo mejor será cuando ella y Logan se unan.

    Brillante, como siempre :)

    ¡Feliz Año!

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  7. Waw al cuadrado, al cubo, a lo que tu quieres... ¡Pero cómo había echado de menos a Abby LLamarada Rhyback!
    Y menuda entrada a hecho, de las de apaga y vámonos, por la puerta grande y con una pistola en la mano.
    >///<

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  8. ES ABBY! ES ABBY, ES ELLA, ES ELLA, ES ELLA, ES ELLA, ES ELLA! Es genial, y me encanta. Me encanta como se ha comportado con Ría y Leo, que quieres que te diga xDDD

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  9. Esto es: Capítulos extras, privilegiados, exclusivos, para fanáticos (he aquí una servidora) de "Todo lo que sé sobre humanos" Si con las actus de los foros, no tenía suficiente, ahora esto xD (Por cierto, soy Salamandra en los foros de LGG ^__^)
    ¡Besitos!

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