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miércoles, 19 de enero de 2011

Reserva del 91

Recuerdo sentir mi corazón golpeándome, como si quiera salir corriendo. Pero estaba atrapado entre la espada y la pared... O peor: entre Loreto y la pared. Lo mejor de todo es que intentaba con todas mis fuerzas fingir un aplomo que estaba muy lejos de sentir. Era como... La luna. Sobre nuestras cabezas. Con esa luz tan enfermiza suya, bañando los cabellos rubios de la Chica del Tejado de Enfrente. Sus ojos oscuros parecían brillar de una forma extraña. Me recordó a una leona. Sin ninguna clase de doble sentido: una leona acechando a una gacela herida que hace como si no estuviera herida. Pero la leona lo sabía. Olía la sangre.
- Contéstame, Samuel - dijo. Sé que no lo susurró, pero me lo pareció -. ¿Lo harías?
- ¿Hacer qué? - levanté una ceja -. ¿Darle una paliza a Lucas, jugar al póker con Susana, ir a dejarle unas flores a Paloma?
- Sabes a lo que me refiero - me detuvo, esbozando una sonrisa que sólo ella parecía comprender -. Y mi pregunta es... Si esta fuera la última noche en la tierra... ¿Lo harías?
Y allí fue. El solo de batería de mi corazón... Una especie de Jazz. Rhythm and blues, swing. Se me escapa entre los dedos, se enreda en mi garganta, va y le acaricia las pestañas, ese pelo meloso, esa boca que sé que sabe echar cosas peores que sapos y culebras. Mis latidos bailaban al ritmo de todas sus malas intenciones. ¿Lo haría? ¿Lo haría, lo haría...? Si esta fuera nuestra última noche, nuestra última hora, si alguien hubiera apuñalado brutalmente a Después y a Más Tarde, envenenado a Luego y a Mañana... ¿Lo haría?
- Una de las primeras veces que te vi estabas leyendo a Dorothy Parker debajo de tu flexo.
- ¿Te acuerdas de eso?
- Te dije que no tenía ni idea de quién era. Te mentí. Me gusta Dorothy Parker.
- ¿Y por qué no me lo dijiste?
- Por la misma razón por la que no te digo que también me gustas tú - me encogí de hombros -. Porque siempre hay un mañana... Y no existen las últimas veces.
- Porque tú lo digas - sonreía, pero de una forma distinta, casi triste. Como si hubiera perdido -. Pero lo has dicho, Sam.
- ¿Decir qué? - parpadeé, inocente.
- Que te gusto.
- No, no lo he dicho - protesté. Iba a seguir, pero era inútil.
Loreto frunció el ceño.
- Bien. Hablemos de las cosas que no has dicho, ¿de acuerdo? No has dicho que no querías a Paloma como a "una hermana". No has dicho que lloraste la noche que la mataste... - debió advertir la tensión que me recorrió la espalda, porque se detuvo un momento, suavizando el tono -. No has dicho que te vuelve loco el chocolate, que envidias lo bueno que es Lucas disparando. No has dicho que me miras cada vez que crees que nadie te ve...
- Ya basta. Para. Estás poniendo cosas en mi boca que no...
- Oh. ¿Quieres que te ponga algo en la boca, Samuel? ¿De verdad?
- ¿Pero tú qué te has fumado? - me reí a mi pesar, cogiéndola por los hombros y alejándola un poco.
Agachó la cabeza.
- Nada. Sólo quiero saber... No lo sé. Que no eres así, quizá. Que de verdad hay algo más.
- Piensas demasiado. El problema es que quieres que te demuestre algo, Loreto, y jamás voy a hacer eso. Lo de demostrar no va conmigo... Puedes pedirme que haga cualquier otra cosa por ti, pero...
- ¿Fumarías pólvora por mí? - preguntó. Sus ojos castaños me miraban fijamente.
- ¿Qué? ¿Pólvora?
- Has dicho que podía pedirte cualquier cosa.
Me quedé callado, mirándola. Estaba loca. A su inofensiva y autodestructiva manera... Estaba loca. Y si esa hubiera sido de verdad nuestra última noche en la tierra, quizá se lo hubiera dicho... Ah, ¿que el qué? Pues lo de... Que por ella no sólo habría fumado pólvora. Por ella me habría sido capaz de tragar bombas, ayudándolas a bajar por mi garganta con nitroglicerina de la buena, reserva del 91. Pero decírselo... Ah, eso jamás.
- Pero no he dicho que fuera a hacerlo.

5 comentarios:

  1. ¿Quieres saber un secreto? Estoy total y absolutamente obsesionada con esa pregunta (¿Fumarías pólvora por mí?) desde el primer momento en que la vi por aquí. Pero ¡shhh! No se lo digas a nadie, ¿eh? (;
    (Y yo ya sabía que él fumaría pólvora por ella, ¡já! Porque yo lo se todo xDD)

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  2. Hahaha me encantó el final. Haces magia con tus palabras.

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  3. Prefiero las cosas "que no se dicen" a las cosas que se dicen, pero... la relación de estos dos, esa maldita azotea, y seguramente lo que hay abajo, los que saltan y no gritan y TODO...
    ¿Fumarías pólvora por mí?

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  4. ¿Fumaría pólvora por ella? Me encanta Loreto, pero es que Samuel es todavía mejor. Este es una de las entradas que más me ha gustado de todas *-*

    Un beso!

    (P.D: Sobre lo de consegui pólvora para Samuel. Que vaya a la tienda y diga que va de mi parte)

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  5. Yo sí fumaría polvora por ella :)

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