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jueves, 23 de diciembre de 2010

¿Hacia dónde vamos, Mustang?

Si Duma fuera una canción, sería Dracula from Houston. Era lo que sonaba en su coche cuando me recogió. Jamás olvidaré el día en el que se paró a mi lado en plena carretera. Yo ni siquiera estaba haciendo de autoestop. El sol me calentaba la cabeza, mis tacones se clavaban entre las piedras, apenas podía arrastrar mi maleta. Llevaba mi orgullo herido colgado del cuello y pensaba caminar con ocho centímetros bajo mis talones hasta llegar al mismísimo infierno si era necesario. Cualquier parte me valía. Cualquier lugar donde no fueran a encontrarme.
Y entonces Duma me encontró.
- ¿Te llevo, morena?
Mascaba chicle, las gafas le cubrían los ojos marrones. Sacaba el codo por la ventanilla, yendo al ritmo de mis renqueantes pasos. Por suerte, la carretera estaba tan vacía como mi cajón de Brillantes Ideas.
- No, gracias.
- ¿Estás segura, guapa? Eso tiene pinta de pesar...
- No me digas.
- ¿Adónde vas?
Me paré. Era una buena pregunta que no tenía respuesta. Duma paró el coche. Fue uno de esos momentos, ¿sabéis? Uno de ésos en los que pensé: "Bueno, puedo estar cometiendo un error, pero... ¿A quién le importa? No tengo nada que perder. Puede que sea un violador o algo así. Da igual. Puede que me mate. También da igual".
Me apoyé en la maleta.
- ¿Adónde vas tú? - pregunté.
Miró a la carretera durante un segundo. Se encogió de hombros.
- A Ninguna-Parte.
- Me han dicho que está preciosa en esta época del año - sonreí.
- ¿Te apetece comprobarlo?
Me lo pensé. Bueno, fingí pensármelo. Hacía un rato que había decidido subirme en ese coche tan viejo con él.
- Si vas al sur... Te pillará la guerra de lleno.
- Créeme, morena, me pillará vaya a dónde vaya. Es sólo cuestión de tiempo.
- ¿Entonces? ¿Cuánto crees que aguantará tu coche? - comenté, mirándolo con ojo crítico.
Se quitó las gafas con expresión escandalizada. Fue la primera vez que vi los ojos color avellana de Duma. Me fueron bastante indiferentes, la verdad.
- ¿Coche? ¿A qué estás llamando "coche"...? ¡Esto es un...!
- Mustang CJ Fastback del 69 - dije. Me sonrió -. Mi padre es mecánico. Sé más de coches de lo que me gustaría.
- Eso me encanta, morena. Pero si sigues llamándola "coche", la buena de Lucy se ofenderá y yo tendré que dejarte exactamente donde estás.
- ¿Lucy?
- Y le van los diamantes.
No pude evitar reírme.
Dos minutos después, conducíamos por una carretera desierta, bajo un sol de justicia, y yo llevaba mi maleta entre las piernas y las gafas de sol de Duma puestas.
- Oye, morena... ¿Tienes nombre?
- No tan bueno como el de Lucy.
- Vaya... ¿Quieres que te ponga uno?
Me reí.
- Bueno, lo puedes intentar.
- Hecho. Te llamaré...
- "Morena" no vale, ¿eh?
- De acuerdo, de acuerdo - sonrió -. Te llamaré Mustang. ¿Qué te parece?


Lo malo de los principios es que mientras los vives no tienes ni idea de lo mucho que pueden a llegar a torcerse las cosas más tarde. Ese día ni se me ocurrió pensar que los ojos de Duma fueran a gustarme, o que su manía de llamarme "morena" pudiera llegar a parecerme graciosa. No pensé que en unos meses todo el mundo me conocería como Mustang y hasta yo misma habría olvidado mi propio nombre. No se me pasó por la cabeza que estar con Duma sería no como vivir dentro de una nube cómoda y mullida a la que los sonidos del exterior llegan amortiguados, sino como estar dentro de una nube gris llena de tormenta y malas intenciones, eléctrica, lluviosa. Destructiva.
Así que fuimos por ahí, dando tumbos juntos. Ninguno de los dos parecíamos tener nada mejor que hacer. Yo había matado a mi hermanastro y estaba en busca y captura. Duma... Bueno, en esa época yo creía que simplemente estaba hecho para moverse sin parar, pero con calma. No creí que él también estuviera huyendo de algo.
Naturalmente, me equivoqué.
Todo el mundo huye de algo, pero la mayoría no lo sabe.


10 comentarios:

  1. ¡Me encanta! ¿Vale? y aveces me frustro leyendote por qué... subes un poco de aquí o de allá, y me quedo con la chispa curiosa revoloteando dentro de mí pensando en qué seguirá...

    Bueno, no es como si yo tampoco hisiese eso de subir fragmentos sin control.

    Un besazo.

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  2. Me quedaron ganas de saber muchas cosas, pero por sobre todo detalles!
    Me encanta la forma en que conduces las historias; es como si de pronto leyéndote todo el mundo se subiera al Mustang y sin voluntad nos llevaras a un lugar de donde no se quiere salir más!
    Un encantador escape criminal (L)
    Saludos! :D

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  3. Dios mío. Oh my god. ¡¡¡!!!
    Me ha encantado. Me ha encantado Duma, y el nombre de Mustang. Ha sido un flechazo. En serio xDDD Y sobre todo aquello de "Fue la primera vez que vi los ojos color avellana de Duma. Me fueron bastante indiferentes, la verdad." Soy fan.
    Un beso!

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  4. ¿Esto es otro pequeño monstruito de estos tuyos? Sí, sí, monstruito porque me comen viva cuando les leo, chica. Porque Mustang me encanta (empezando por el nombre hasta llegar al resto) y Duma me da una curiosidad aplastante. Me gustan las historias de escapes, de carreteras desiertas con el sol en la cara, los Mustang son los únicos coches que me gustan. Espero saber más de estos dos algún día, ¿eh?

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  5. Qué pedazo me maravilla me acabas de tirar a la cara.
    Tus palabras son como una bofetada, igual de eléctricas, y por eso me encantan.

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  6. Duma me gusta a pesar de que tengo cierta manía a los tíos que llaman a las chicas por el color de pelo (simepre tienen un aire de babosos que en fin), pero solo porque parece que lo hace con estilo, eh.

    Por otro lado, Mustang es un nombre guay.

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  7. Creo que lo único que se me viene a la cabeza es: "Quiero más, muuuuucho más".
    Mustang me suena al antiguo oeste, a "desenfunda vaquero", pero me ha encantado, parece uno de esos nombres que valen la pena.
    Y veremos Duma, veremos, xD.

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  8. ¡MIER. DA. MARCO! Haz el favor de dejar de enamorarme, ¿quieres? Que luego sufro mal de amores durante todo el día. (Entendemos por día 48 horas y 35 minutos, exactos)Por lo menos, llevame a tu pozo sin fondo de originalidad e inspiración. Quiero conocer al Drácula de Nueva York.

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  9. Este ha sido uno de esos textos que después de haberlo leido te quedas diez segundos reflexionando sobre la historia...
    Me ha encantado :)

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  10. Qué gusto leer algo así un domingo por la noche :)

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