S i l a e s p a d a d e D a m o c l e s c a y e r a s o b r e m i c a b e z a ,
s e a b o l l a r í a .



miércoles, 16 de febrero de 2011

Eso, nunca.

El veneno de Leonardo me ha aletargado mucho. Noto mis sentidos medio dormidos. Los ojos se me cierran, mi respiración es lenta. Los sonidos van y vienen y estoy segura de que sufro alucinaciones. Es imposible que mi celda esté llena de mariposas rojas. ¿Existen, acaso? Parecen arder... 
Igual que yo por dentro. Sin embargo, no tengo miedo. No dejo de pensar que esto es el final, que se acabó. Fuera lo que fuese lo que Leonardo quería de mí, ya no le importa. Le he disparado. He puesto en peligro a Ría. Ahora soy más peligrosa que valiosa, porque está visto que ni con todas sus tretas mentales puede borrarme. Axel me entrenó bien. 
Demasiado bien.
Se sienta a mi lado, apoyándose en la pared. Las mariposas se apartan, como haciéndole sitio, y yo giro la cabeza hacia él con esfuerzo. Sus ojos claros...
- Papá - la palabra me sabe pastosa, amarga. 
Sonríe un poco, pero no me responde. Alarga una mano y me aparta el pelo de la cara. Noto su tacto tan frío como la piel de un muerto. Es normal, porque él lo está. O debería estarlo. Tengo tanto sueño...
Y los golpes. No dejo de oír los golpes. Como... Gongs. Campanadas, quizá, si fueran campanas de madera. Me molestan y quiero que paren. 
- Papá... No lo siento... ni un poquito... - susurro.
Axel me sonríe de nuevo. Vuelve a acariciarme, trazando una línea desde mi ojo hasta mi mandíbula, dejando un rastro helado a su paso. Pero me reconforta, así que cierro los ojos. Ahora, pienso, muérete ahora, Abby. Es el mejor momento, si es que existe algo así. Reconoce que ya no hay nada que puedas hacer...
Y es cierto.
¡Porque he hecho De Todo!
He engañado a mi mejor amigo, haciéndole creer que era un inútil para que no me siguiera al mismísimo infierno. He liderado a un montón de Buenos Para Nada que creían en mí y me he dejado la piel por promesas que no podía cumplir. Imposibles. Imposibles del todo. Imposibles de verdad.
Si eliminamos lo imposible, lo que nos quede, por improbable que parezca, debe ser la verdad.
Arthur Conan Doyle. El libro de Sherlock Holmes que tomé prestado de la biblioteca pública cuando tenía trece años y nunca devolví porque mi madre y yo tuvimos que huir de la ciudad, huir de mi padre. El accidente de coche. Su pelo rojo extendido por el asfalto, mi pierna rota que no me impidió arrastrarme hasta ella. Empiezo a llorar en silencio y Axel me tapa los ojos con la mano. 
La dictadura de Leonardo. Teníamos que despertarle como fuera. Realidad Cero. Las simulaciones. El mundo que se volvió loco, yo perdida en mitad de ninguna parte... Axel salvándome. Logan en una celda oscura. Kes, Kes, Kes. Cuando entrásemos en la cabeza del demonio, tenía que encontrar a Kes. Encontrarla. Encontrarla, porque estaríamos separadas. Encontrarla. Ocupar su lugar y no fallar bajo ningún concepto. No fallar bajo ningún Logan Wildman.
Se me escapa un sollozo quedo al sentir, por primera vez, el amargo sabor de la derrota.
- He perdido, papá - digo, con un hilo de voz apenas audible.
- Eso nunca, Abby.
Su voz, su aliento frío en mi oído parecen espabilarme de golpe. "Eso nunca". Nunca. Nunca. Eso, nunca.
Suenan más golpes. Miro a Axel, que empieza a desaparecer conforme la intensidad del estruendo aumenta. No te vayas, quiero decirle, pero mis labios permanecen cerrados para devolverle la sonrisa de despedida que me ofrece, que tanto necesitaba desde hacía tanto tiempo y nunca tuve. Le doy mis más fervientes gracias a una alucinación y pienso que, ahora sí que sí, puedo abandonarme en paz.
Pero lo que queda cuando Axel se va, lo que queda cuando descarto lo imposible, es La Verdad. Primero, un quejido lastimero:
- ¡No puede abrirse...!
Y después, La Voz. El Coraje. Él.
- ¡No te rindas!
Él. 
Logan.
Por un momento creo que se dirige a mí. Que es mi nuevo regalo, mi nueva delicia de alucinación, de fiebre, de todo. O mi conciencia, que me impide tirar la toalla, peleando con uñas y dientes para permanecer despierta, para sobrevivir cueste lo que cueste. Por un momento, creo eso. Y luego sé que se dirige a la dueña de esa voz cansada, la chica que intenta echar la puerta abajo.
- ¡No te rindas, Kira!
Y cuando la puerta cae, segundos después, levantando una capa de polvo que me envuelve como si fuera niebla, veo una figura deslizarse hacia mí. Unos ojos marrones, sorprendidos, unas manos cálidas que me sujetan, una frase que no consigue capturar toda la estupefacción que siente su dueña.
- No puede ser... - me zarandea, comprueba que sigo viva, me pone los dedos en el cuello y ahoga un grito -. ¡Logan, rápido, trae a Bruma! 
Lo último que veo, antes de perder la encarnizada batalla que he mantenido contra un poderoso adversario llamado Desmayo, es la brillante K plateada que cuelga del cuello de la chica que me sostiene. Y lo último que oigo es su voz, trémula y poco convencida, aventurarse a decir mi nombre mientras se me cierran los ojos.
- ¿Abby...?

4 comentarios:

  1. Leer algo de Todoloquesé hace mi día. En serio. No sabría explicártelo, pero... es la historia en sí. Me meto tanto en ella que al final nunca sé qué decirte, y es una pena que se meriende mi coherencia, porque me encantaría decir algo más aparte de que es jodidamente fantástica.

    ResponderEliminar
  2. No puedes ponerte a actualizar justo cuando me voy a la cama, porque se me quita el sueño y se me quitan hasta las palabras.
    Dioses. Y... dioses. No sé que decir. Solo sé que estoy de acuerdo con Zima, leer algo de Todoloquesé hace mi día. Es simplemente... whoa. Es un whoa tan grande que ni sé como decirle.

    ResponderEliminar
  3. Logan es mucho Logan, pero Abby (ABBY) Llamarada, la loca, Nueve, la hija de Axel, y este con sus apariciones estelares y sus "nunca"s... Me puede, me puede la semana entera >///<.

    ResponderEliminar
  4. ¿Sabe usted, señorita Eureka, que planeaba leerme Todo lo que sé sobre humanos de golpe? Así que evitaba sus actualizaciones. O las miraba con los ojos entrecerrados y me decía: "No leas, no leas..." Claro que eso nunca sucedía. Demonio 1, Dios 0. (Ya sabes. Me tirarán del paraíso lo cual será un auténtico infierno porque no podré continuar leyendo esto. Ya se dijo que era preferible vivir en las nubes)

    Pero oh, gato mío. Agh. Yo... yo ya no sé qué decir. Pero ah. No ha aparecido Logan para decir algo ingenioso (a Abby). O querer de alguna manera ingeniosa. O incluso entrar de alguna manera ingeniosa, mierda. Mato a Logan. LO MATO.

    ResponderEliminar