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lunes, 3 de octubre de 2011

Jamás

Ryner no era el tipo de chico que perdía la paciencia. Era más joven que Allen, tres o cuatro años, pero no se notaba. Siempre estaba tranquilo, como si nada fuera con él. Rory solía asegurar que lo vio gritar una vez, pero como se negaba a dar los detalles de tan insólito acontecimiento, Sally etiquetó el asunto con la categoría de "Leyenda".
A la inmortal le gustaba el chico paciente. Se sentía identificada con él, de una forma un poco absurda y bastante retorcida. Cabrear a Ryner era tan difícil como matar a Sally. 

Por eso dejó que se acercara a la puerta del armario y se sentase al otro lado. Había echado a Rory, a Leslie e incluso al estúpido gato de Allen. Pero toleró la presencia de Ryner.

- Pudo pedir un deseo, el que fuera. Pudo pedir cualquier cosa. Y no pidió mi muerte. No lo hizo. Maldito cabronazo... - la voz seguía temblándole. Demasiada ira en un cuerpo tan pequeño.
- ¿Te molesta que no dedicara su deseo a ti o que se lo diera a Jacqueline?
- ¡Me molesta que ese cerdo egoísta y traidor no sea capaz de cumplir sus promesas!

Ryner sonreía, pero Sally no podía verlo.

- Eligió salvar la vida de Jacqueline en lugar de matarte a ti - dijo, con su habitual calma.
- ¿Has venido sólo a decir obviedades inútiles?
- Yo habría hecho lo mismo que él, Sally. Pero por motivos diferentes. 
- A los soldados que desobedecen, se les fusila - masculló ella -. No le perdonaré jamás. Jamás.

Ryner no dijo nada. No valía la pena decirle a Sally que hasta el rencor que sentía hacia Allen se le pasaría, porque era mentira. La inmortal ni olvidaba ni perdonaba. Y, para colmo de males, la traición había sido doble, aunque ella no lo reconocería nunca. Allen no sólo había desaprovechado la oportunidad de cumplir su promesa, sino que además había elegido a Jacqueline en lugar de a ella. Como haría siempre, pasara lo que pasase, fuera quien fuera la otra opción. Jacqueline era siempre la elección de Allen, no importaba a quién tuviera que traicionar.

Ryner podía entenderlo porque lo  había visto. Una y otra vez. Y sabía que Sally también lo entendía. Por eso estaba tan furiosa.

2 comentarios:

  1. Pienso que la rabia es más por el hecho de elegir a Jacqueline que porque no cumpliera su promesa. Si él la hubiera elegido en algun momento anterior o si lo hace creo que olvidara por completo la idea de morir, y se alegraria por ser inmortal! ;)! Bess!!

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  2. Decir que Sally lo perdonará es una estupidez, casi tanto como pensar que Allen realmente la eligió a ella al no matarla. Tampoco funcionaría de otra forma. Supongo que me queda esperar a descubrir los "motivos diferentes" de Ryner, y brindar por ellos.

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