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miércoles, 21 de marzo de 2012

Tuercas, pólvora y sangre.



Fue entonces, al mirar a través del espejo y ver mi hogar, cuando me di cuenta. La verdad me golpeó de lleno en el estómago, dejándome sin aire. Mis pies se quedaron pegados al suelo.
Si daba un paso más, estaría en casa. En el lugar en el que nací, en mi mundo. ¿Y qué había allí para mí? Lluvias ácidas, armas elementales, centrales de energía ambárica, carbón, piezas sueltas que no tenían máquinas a las que pertenecer. Tuercas, pólvora y sangre. 
Elegí vivir en Pesadilla porque la otra opción era la realidad.

Debacle


-La hora favorita de los monstruos es la medianoche. Todo el mundo sabe eso.
La voz de Deb rasgó el aire con un susurro tan suave que podría no haber existido. Rata no se atrevió a decir nada. La miró, sobrecogido, sin mover ni un músculo. Era la primera vez que la oía hablar y su voz era tan dulce, tan bonita, tan perfecta, que tuvo miedo de ensuciar el aire con la suya, áspera, pobre y remendada. 
Deb continuó pelando las patatas con sus perfectas manos. El pelo negro, espeso como la tinta, le caía sobre los hombros con delicadeza, como si no quisiera molestar la nívea palidez de su piel. 
Rata no pudo más. Tuvo que preguntarlo.
-¿Por qué te llamaron Debacle? Yo no sabía lo que significaba, pero Bambú me ha explicado que una debacle es un gran desastre. Una catástrofe. Como una huracán o un terremoto. ¿Qué hace una chica como tú con un nombre como ése?
Ella esbozó una sonrisa. 
-Es que Lucifer ya estaba cogido.
Rata ladeó la cabeza.
-No sé qué es un Lucifer. 
Deb le miró fijamente. Aunque su rostro no reflejaba ninguna emoción en particular, había cierta curiosidad en su expresión.
-En latín, "Lucifer" significa "portador de la luz".
-Es bonito.
Deb suspiró.
-Si fueras de mi mundo, lo entenderías. 


-¿Y tú qué? -Debacle dejó la escoba al lado de la chimenea-. ¿Qué hace un chico como tú con un nombre cómo ése?
-Es por el color de mis ojos, o eso me dijeron.
Deb se rió. Los ojos de Rata eran del color de la plata o las nubes en un día de lluvia. Las ratas que ella conocía no eran tan bonitas.
-Eres Encantador -sonrió.
Él frunció el ceño, pensativo. 
-No, soy Rata -dijo.

3 comentarios:

  1. Ya sea Rata, Encantador o Cualquierotronombre, a mí me ha conquistado. Solo con decir "es bonito" al referirse a Lucifer. Solo con ser tan adorable. Solo con ser él.

    Y... Debacle. Palabra genial, nombre fantástico.

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  2. Me gusta el juego que has hecho con los nombres, hay una historia detrás de cada uno y siempre es interesante leer sobre ello.


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  3. Adoro tanto tus histirias. Dices tanto siempre de las personas sin decir nada y dejando escondido mucho más. SIempre que me pongo a leer quiero más. LA entrada anterior también me ha ecantando sobre todo el final de Rojo :)
    n bessazo!!!

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